Hemos estado esperando nuestra luna de miel durante semanas - o más bien meses. Después de años de duro trabajo, decidimos tomarnos libres para disolver nuestro apartamento de alquiler y abrirnos a nuevas aventuras y caminos. Así que en las últimas semanas antes de partir no sólo habíamos preparado nuestra boda y la habíamos celebrado de grande (¡gracias de nuevo a todos los que habéis participado! Fue una boda de ensueño para nosotros :-)!), sino también despejamos nuestro apartamento. Ambas cosas - la boda y la mudanza - se recomiendan como muy buen entrenamiento físico para un viaje en bicicleta - especialmente si lo tomas tan en serio como Matthias y te preparas para la boda con un entrenamiento físico diario y si vives en un tercer piso sin ascensor.
Después de la boda, de la mundanza y de mucho estrés profesional, comenzamos el lunes nueve de julio a las 11:00 a.m. desde John & Giulia nuestro viaje (¡muchas gracias por habernos alojado las últimas noches en Graz!). Empezamos siguiendo la ciclovia Murradweg hasta Trofaiach, ciudad natal de Matthias. Ya el primer día rompimos nuestros principios: “Comenzar cómodamente el primer día”, contraatacamos con 94 km y 600 metros de altitud. Y eso que un freno delantero abrasiva nos costó energía innecesaria. Pero no nos quedaba otra opción, porque habíamos planeado una sorpresa: queríamos sorprender a la hermana de Matthias y su familia con darles la bienvenida en cuatro días cuando llegaran al aeropuerto de Linz. Por el Brexit iban a regresar de Inglaterra, donde habían vivido los últimos años. Entonces nos quedaban todavía muchos kilómetros y muchos metros de altura a hacer en los próximos cuatro días.