… Y de hecho, el sol seguía a la lluvia. Y no sólo el tiempo mostraba su mejor cara en los días siguientes - por fin había llegado el verano-, sino que también el paisaje fue a nuestro gusto: colinas con unos pocos metros de altitud de veces en cuando para poder disfrutar de las vistas y descensos (¡después del esfuerzo de la subida, por supuesto!); las altas montañas como un panorama increíble al horizonte y refrescantes lagos para descansar, bañarse y acampar.

Pasamos la primera noche en el camping del lago Schliersee. ¿Qué puede ser mejor que acampar directamente al lado del lago para bañarse y cenar a la orilla del lago? También el lugar y los alrededores eran muy encantadores y casi nos convencieron de quedarnos más tiempo, pero pedaleamos el próximo día hasta el siguiente lago. Desafortunadamente, nuestro guía de ciclismo no nos había dicho que este sería un sendero empinado que nos llevaría a través de colinas y valles. Un letrero al borde camino con el nombre Radwanderung (caminata de bici) era más honesto. Luchamos laboriosamente metro a metro cuesta arriba juntos con una familia; nos motivamos mutuamente. Nosotros pensabamos “Si los pequeños pueden hacerlo, entonces nosotros podemos hacerlo también” y ellos pensaban “Si los cicloviajeros con tanto equipaje pueden hacerlo, entonces nosotros podemos hacerlo también”. En el lago Tegernsee nos tomamos un largo descanso en el baño público de Kaltenbrunn con patatas fritas y una siesta en las tumbonas de madera, que amablemente nos habían preparados ;-). Desconfiados de nuestro material cartográfico, no cogimos la ciclovia para la continuación hacia el lago Kochelsee, sino que nos pedaleamos cómodamente por la carretera principal. Hicimos una breve parada en en el pueblo del Bullen von Tölz (una telenovela alemana) - la zona peatonal y el hielo valieron la pena. En ambos campamentos del pueblo Kochel am See había avisos “ocupado”. En el segundo sin embargo lo intentamos y después de un extenso control facial de Katharina (cita: “Quítate las gafas de sol para que te pueda ver la cara”. … las gafas de sol son ópticas y sin ellos Niña no ve nada.), nos permitieron quedarnos una noche. Y otra vez, disfrutamos de una buena cena a la orilla de lago con vista a la puesta del sol. A la mañana siguiente disfrutamos un poco de la oferta cultural del lugar: Visitamos el museo Franz Marc en Kochel. Alli conseguimos una pequeña impresión de su obra y de otros artistas de la edad moderna, pero sobre todo disfrutamos de la “sala de vistas”, en la que se invita de una manera casi meditativa a contemplar el paisaje - una experiencia muy relajante. Después pedaelamos algunos kilómetros en la Königstraße (calle de los reyes) en dirección a la ciudad Füssen. En la tarde, volvimos a encontrar un hermoso lugar para acampar: en el lago Bannwaldsee. La tormenta de la tarde dejamos pasar en el restaurante del Camping. Decidimos tomar un día de descanso para bañarnos. … Pero no podíamos dejar de pedalear completamente y alquilamos un barco a pedales (¡con tobogán! :-)). Desde el agua teníamos una hermosa vista al castillo Neuschwanstein. Nos sorprendimos fuertemente cuando nuestro Düsi decidió que habíamos tenido suficiente descanso y hizo un fuerte ruido. El neumático trasero estaba otra vez tan pinchado como unos días atrás. Un breve examen reveló que la cubierta estaba roto de nuevo. Estábamos despistados, incluso una extensa investigación en Internet no relevó una solución para nuestro problema de neumáticos traseros: el problema del “corte de la cubierta causado por la llanta” es aparentemente desconocido. A la mañana siguiente, Matthias condujo solo y sin equipaje hasta Füssen (la ciudad más cercana), donde el mecánico rearmó la rueda trasera con otro modelo de cubierta. En lugar de “Schwalbe Tour” íbamos desde entonces en “Schwalbe Tour Plus”. Así equipado seguimos a la primera hora de la tarde el viaje. Pasamos por otros hermosos lagos como el Hopfensee, a los que apenas pudimos resistir. Nuestro objetivo era llegar lo más lejos posible ese día, ya que queríamos estar en la oficina de correos de Bregenz al día siguiente (sábado) hasta las 12.00 horas para enviar el correo nacional antes de que cierre para el fin de semana. Así que condujimos hasta poco después de las 20.00 horas y luego nos alojamos en el acogedor hotel rural Alte Post (correo viejo) con muy buena cocina a pocos kilómetros antes de Oberstaufen. ¿Podremos correr los 60 km mañana por la mañana a tiempo para la oficina de correos de Bregenz? … No es una tarea fácil para Nina.

BlogBlog NextAdelante FragePreguntas y comentarios VorherigerAtras